“Son gritos, alaridos apretujados, que se han atascado allí. Es por la carne. He comido demasiada carne. Todas esas vidas se han encallado en ese sitio. No me cabe la menor duda. La sangre y la carne fueron digeridas y diseminadas por todos los rincones del cuerpo y los residuos fueron excretados, pero las vidas se obstinan en obstruirme el plexo solar.”
La Vegetariana es una novela corta de Han Kang, que explora las consecuencias devastadoras de la decisión que toma una mujer en su vida y afecta a su entorno familiar. La narración de desarrolla desde la perspectiva de tres personajes diferentes, lo que ofrece una visión fragmentada de los hechos.
El
relato gira en torno a Yeonghye, una ama de casa surcoreana aparentemente
ordinaria que, tras sufrir sueños perturbadores y sangrientos, decide abandonar
el consumo de carne de forma abrupta y radical. Esta decisión, que para ella es
un acto de liberación y purificación, es percibida por su familia como una
afrenta inaceptable y una señal de locura, y sin tratar de comprender su
elección la somete a una presión constante para que vuelva a la normalidad, forzándola a comer carne, lo
que resulta en escenas de brutal violencia.
A medida
que Yeonghye se niega a comer carne, su cuerpo y su mente comienzan a
transformarse, volviéndola cada vez más ligera y distante, desarrollando una
obsesión por las plantas y la naturaleza, llegando incluso a creer que se está
convirtiendo en un árbol.
Su esposo:
Un hombre convencional que ve la decisión de Yeonghye como una vergüenza social
y una interrupción de su vida "normal", decide abandonarla, mientras tanto
el cuñado de Yeonghye, intrigado por su otredad, la utiliza como musa para sus
proyectos artísticos y a la vez seducirla, lo que cual resulta en una
explotación de su vulnerabilidad de ella, mientras la mente desquiciada de su
cuñado lo convierte en actos perturbadores.
Por su
lado, Inhye, la hermana de Yeonghy, afectada por la vergüenza familiar, lucha
por comprender y ayudar a su hermana, pero finalmente se ve superada por la
desesperación.
La Vegetariana, deja mucho que desear, no solo por sus escasas páginas, sino porque hay partes del relato que parecen casi forzados y algunos elementos incoherentes (a mi parecer). No sé qué fue lo excepcional que vieron en esta novela para otorgarle un nobel, yo, por mi parte y para finalizar, diré que no ha valido ni lo que pagué por el libro.
“En silencio, respira profundamente. Mira con
fiereza los árboles que arden a la vera del camino, mira las verdes llamas que
se agitan como incontables bestias en pie. Como si esperara una respuesta, o
como si la reclamara, su mirada es sombría y tenaz.”
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