miércoles, 15 de enero de 2014

Un mundo sin fin -Reseña-


“Creo que lo que hago se convierte en parte de mí, cuando soy valiente y fuerte, y cuido de los niños, los enfermos y los pobres… me convierto en mejor persona. Y cuando soy cruel, o cobarde o cuento mentiras,  o me emborracho, me convierto en alguien menos digno y no puedo respetarme a mí misma.  Ésa es la retribución divina en la que creo." Lo que le dice Caris a un bandido que se está muriendo.

Dieciséis años después de la publicación de Los pilares de la Tierra, Ken Follett vuelve al fascinante mundo de Kingsbridge para presentar a sus lectores una magnífica saga épica marcada por el amor, la guerra y la peste en Un mundo sin fin. Los pilares de la Tierra narra los acontecimientos de la ciudad inglesa de Kingsbr idge entre 1135 y 1174. Con Un mundo sin fin regresamos a Kingsbridge, pero 153 años después. El primer día de noviembre de 1327 cuatro niños escapan de la catedral de Kingsbridge para jugar en un bosque prohibido. Son, Gwenda, hija de un ladrón, Caris, una niña excepcional que quiere ser doctora y los hermanos Merthin y Ralph, el primero un genio con la cabeza llena de inventos y el segundo un tirano, cruel y vengativo. Allí en el bosque serán testigos de una pelea entre un caballero y dos soldados. Los soldados mueren y el caballero entierra un documento antes de ingresar en el monasterio de Kingsbridge para convertirse en monje el resto de su vida. El contenido de este documento secreto jugará un papel importante en varios momentos de la novela. Como adultos las vidas de estos cuatro niños se verán entrelazadas por la ambición, el amor, el odio y la venganza. Vivirán momentos de gran prosperidad y también de hambruna; años de guerra y años de peste. Caris, es la hija de un mercader de lana. De pequeña quería ser doctora, profesión prohibida a las mujeres en la Edad Media. Sin embargo, Caris no acepta ni esta ni ninguna otra prohibición. Estudia con una curandera y mantiene constantes enfrentamientos con la Iglesia. Su lucha por la independencia y su determinación a no someterse a ningún hombre pone constantemente en conflicto su amor por Merthin. Merthin, por su lado, comienza como aprendiz de carpintero y su gran talento le convierte en el mejor arquitecto de Kingsbridge. No acepta las restricciones y limitaciones de los que mandan en la ciudad. Cuando ve que no puede casarse con Caris ni realizar sus proyectos soñados decide viajar a Italia.

Ken Follett para mí, es uno gran maestro en cuento a ficción histórica por su forma no solo magistral de desarrollar las historias que ha creado sino además fascinantes por esa especie de perfección que muy pocos como él son capaces de llevar a cabo con obras tan amplias y ricas en conocimiento, hechos y creatividad. 



Lidia Lorenzo. 



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martes, 7 de enero de 2014

La soledad de los números primos (Reseña)

Los números primos sólo son exactamente divisibles por el 1 y por sí mismos. Ocupan su sitio en la infinita serie de los números naturales y están, como todos los demás, emparedados entre otros números, aunque ellos más separados entre sí. Son números solitarios, sospechosos y por eso… Mattia pensaba que él y Alice eran eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos.
Esta bella metáfora es la clave de la dolorosa y conmovedora historia de Alice y Mattia .
Alice encuentra en Mattia a un amigo sincero y en quien confiar, en el preciso momento de sentirse más sola y abandonada que nunca,  a pesar del carácter poco comunicativo de Mattia. La semejanza de caracteres, sus dificultades para relacionarse con el entorno y las malas experiencias de la infancia y la adolescencia serán el germen de la firme amistad que surge entre ellos y que los mantendrá unidos a lo largo de los años pese a la distancia y al camino diferente seguido por cada uno. Ambos se tienen el uno al otro, confían el uno en el otro y son capaces de comprenderse y apoyarse porque ambos han vivido experiencias que los acercan y que, al igual que los números primos, viven la soledad de quienes no acaban de encajar en la sociedad.
Una novela maravillosa, sin asideros, adusta y brutal, con dos personajes extremos que en su exacerbada personalidad nos muestran trazos de la sociedad actual, implacable y cruel con los débiles o los diferentes.  Del autor Paolo Giordano, licenciado en Física Teórica, galardonado con el premio Strega 2008 y quien ha conseguido un éxito de ventas con La Soledad de los números primos, su primera novela, y que ha despertado gran interés a nivel mundial. 



Lidia Lorenzo.